¿Qué relación tiene la filosofía y las teorías sociológicas críticas con la psicología del desarrollo?
En primer lugar, tenemos en cuenta que lo que diferencia fundamentalmente la perspectiva de la Psicología Evolutiva de la Psicología del Desarrollo es la consideración de los contextos históricos, sociales y culturales en los cuales los sujetos se desarrollan.
Tal como lo plantean Caruso y Dussel (1995) la subjetividad no se construye de manera aislada, natural y universal, sino que ésta se desarrolla en relación dialéctica con un determinado contexto socio-histórico-político-cultural que la condiciona.
Por esto, muchos de los textos que se trabajarán en Psicología del Desarrollo, tienen en cuenta elementos sociológicos y filosóficos para construir categorías teóricas complejas. Este documento pretende recuperar aspectos centrales de la teoría de Karl Marx, a partir de cuyo pensamiento se inicia el paradigma crítico de investigación en filosofía, sociología y psicología y que tiene una fuerte influencia en muchos de los autores que se estudiarán.
El aporte de Karl Marx
Karl Marx como filósofo de la sospecha
En el seno de la modernidad (etapa en la que la razón parecía explicar absolutamente todos los fenómenos), comenzaron a surgir planteos que apuntaban a poner en evidencia la gravitación de aspectos de orden político, económico y social en los procesos de constitución subjetiva, aspectos estos que operan como estructuras de poder y que cuestionan lo “objetivo”, lo “real”, lo “racional”
Michel Foucault afirma que Freud ha sostenido que existen tres grandes heridas en la cultura occidental: una es la provocada por Copérnico (con su teoría heliocéntrica), otra que provocó Darwin (cuando descubrió que la ascendencia natural del hombre eran los primates) y la herida causada por Freud mismo (cuando descubre que la conciencia reposaba en la inconciencia). (Foucault, s/f: 37)
Algo semejante suele decirse de Marx y Nietzsche: “…Freud, Nietzsche y Marx son denominados ‘maestros de la sospecha’ por la mirada desconfiada respecto de lo que se presenta como ‘real’ o ‘verdadero’…”. (Cragnolini, 1999: 1). En una época en la que se privilegia la razón como facultad rectora del hombre, ellos plantean que las acciones humanas están condicionadas, guiadas por elementos que no son estrictamente racionales. (Cfr. Caruso y Dussel)
Contexto histórico en el que Marx desarrolla su teoría
Marx pasa gran parte de su vida en Inglaterra, lugar en el que se consolida la revolución industrial y el sistema capitalista como modelo económico.
La revolución industrial, había provocado grandes movimientos de población rural a las ciudades. Muchos campesinos, emigraron para trabajar en las fábricas y vivían en condiciones de hacinamiento, trabajaban jornadas ilimitadas, sin ningún tipo de protección y separados de los antiguos vínculos corporativos (propios del trabajo artesanal). A este sector social, se lo denominará proletariado o clase obrera. La película “Tiempos modernos” de Charles Chaplin recrea de modo excelente esta situación.
En este contexto, el grupo social que emerge con mayor importancia es la burguesía. Eran aquellos comerciantes que habían luchado contra la aristocracia durante la revolución francesa, y se habían convertido en los propietarios de los medios de producción capitalista (fábricas e industrias).
El capitalismo es un sistema, conocido también como economía de mercado o de libre empresa, y caracterizado por la propiedad privada de los medios de producción. No es el Estado el que determina qué se produce, cómo, cuánto, etc., sino el libre juego de la oferta y la demanda. Es característica de este sistema económico, la acumulación, también privada, del capital; la desigual distribución de la renta y de la riqueza, y la importancia esencial del dinero y de los mercados financieros.
Marx, intenta realizar una crítica científica a esta sociedad marcada por la desigualdad.
Principales aportes de Marx
En este apartado, sintetizaremos exclusivamente los aportes que puedan servirnos para nuestro estudio del desarrollo de los sujetos.
Materialismo histórico y dialéctico:
La teoría de Marx es conocida con estos nombres. Materialismo, en sentido amplio, consiste en la concepción de que la materia precede al conocimiento y no deriva su realidad de ninguna fuente sobrenatural. Es dialéctico porque esta realidad se encuentra en continuo proceso de transformación por fuerzas opuestas (tesis- antítesis- síntesis) y es histórico porque estudia al hombre en tanto entidad histórica.
El hombre y el trabajo
Marx considera que el hombre, a diferencia de los animales, tiene la capacidad de representación. El resultado al que llega un trabajador preexiste idealmente en su imaginación (ej. El arquitecto ha construido una casa en su cabeza antes de llevarla a cabo; el zapatero imaginaba el zapato y luego lo armaba).
El planteo de Marx es que, en las condiciones en que trabajaban los obreros, no podían representarse el producto, debido a la división del trabajo. Estaban limitados a conocer sólo una porción de la elaboración de éste y solamente el capitalista (propietario de los medios de producción), conocía todo el proceso y el producto. Por eso, entiende que el trabajador está enajenado, alienado. ¿En qué consiste, entonces, la enajenación del trabajo? Primeramente en que el trabajo es externo al trabajador, es decir, no pertenece a su ser en su trabajo, el trabajador no se afirma, sino que se niega; no se siente feliz, sino desgraciado; no desarrolla una libre energía física y espiritual, sino que mortifica su cuerpo y arruina su espíritu. Por eso el trabajador “sólo se siente en sí fuera del trabajo, y en el trabajo fuera de sí”.
Determinación de la conciencia
El pensamiento de Marx considera que las estructuras económicas determinan las relaciones humanas, las formalidades legales, la política, la religión, la moral, la filosofía. “Las ideas dominantes en cualquier época no han sido nunca más que las ideas de la clase dominante”. Las manifestaciones culturales, políticas, sociales y religiosas de cualquier sociedad, en el fondo, son arquetipos elaborados por el sistema para defender los intereses de la clase opresora”.
La conciencia es, desde el comienzo un producto social. “Los hombres hacen su propia historia, pero no la hacen arbitrariamente, bajo circunstancias elegidas por ellos mismos, sino bajo circunstancias directamente dadas y heredadas del pasado”.
De esta manera, el autor realiza un planteo objetivista y determinista, basado en que las estructuras económicas dan lugar a cualquier forma de conciencia. La conciencia se desarrolla a partir de las estructuras económicas y por lo tanto, éstas movilizan las diversas acciones humanas. (Cfr. Pampliega de Quiroga: 1996)
Inevitabilidad histórica
Como anteriormente se expresó, Marx considera que la historia se presenta de manera dialéctica y son las luchas de clases las que promueven el progreso. Entendía que necesariamente se provocaría una lucha de clases, de modo que la tesis sería la sociedad capitalista, la antítesis, la “dictadura del proletariado” y la síntesis, la sociedad comunista. De esta manera, se plantea una ruptura con lo establecido por la sociedad burguesa, considerada alienante o enajenante.
Elaboraciones posteriores
Diversos autores, han elaborado sus teorías recuperando aportes de Marx y Freud, entre los más importantes, los pensadores de la escuela de Frankfurt. Muchos de ellos, se apartan de Marx en tanto no consideran que las estructuras económicas son determinantes absolutos de las formas de conciencia, sino que entienden que ambas se relacionan y condicionan.
En la actualidad, la familia burguesa (cuyo ideal está dado por la familia conformada por un padre, una madre y dos hijos) se encuentra cuestionada por los críticos, por considerársela un elemento que sostiene el modo de opresión capitalista. Con anterioridad a la modernidad, el modelo familiar era la familia extensa; en la cual abuelos, tíos, primos, hermanos, etc., convivían y conformaban pequeñas comunidades económicas. La revolución industrial y la instauración del capitalismo, fomentaron la conformación de un tipo diferente de familia. Las migraciones a la ciudad, la economía librada al juego de oferta y demanda, la necesidad de trabajar en fábricas (con lo cual la subsistencia ya no depende de factores intrafamiliares, sino externos), fueron dando lugar a la familia nuclear. Así también, los roles asignados a mujeres y hombres fueron reformulándose y configurándose de manera que, con la aparición de los derechos sociales, el hombre fue asumiendo los roles relacionados con los aspectos instrumentales y racionales y la mujer, los relacionados con el universo expresivo y afectivo. De esta manera, se sostenía el modelo patriarcal de organización social, centrado en el poder de los hombres sobre las mujeres e hijos y cuya crisis se plantea en el texto de Manuel Castels, “La era de la información”.
En el libro de Michel Fize se desarrolla un planteo acerca de la construcción de ciertas categorías respecto de la adolescencia, para sostener una sociedad burguesa y capitalista. Los conceptos trabajados en este documento pueden colaborar para una mejor comprensión de cómo las subjetividades se construyen en relación con los contextos en los que se inscriben, ya que son las posturas críticas las que han sostenido con mayor fuerza esta idea. Caruso y Dussel (1995), realizan el planteo de quién es el sujeto, y sostienen que surge entre la necesidad y la libertad, entre el deseo y ciertas estructuras sociales. No siguen la posición determinista de Marx, pero sí entienden que es necesario analizar críticamente el contexto que condiciona y enmarca las posibilidades de surgimiento de subjetividades, para actuar sobre él. La posición de Silvia Duschatzky es acorde con este planteo, “qué es un niño, un joven o un adulto en tiempos alterados”. Los tiempos se transformaron, sujeto es otro, las condiciones de producción de categorías son otras…
Finalmente, entendemos que conocer el aporte de Karl Marx, quien por primera vez hizo una crítica científica a la sociedad de su tiempo, es enriquecedor para interpretar acabadamente los esfuerzos posteriores por superar realidades “enajenantes” y limitantes para los sujetos.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
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